Una ciudad que incluye desde el patrimonio: Ciudad Educadora y turismo

14/08/2020  
Fotografía de: Una ciudad que incluye desde el patrimonio: Ciudad Educadora y turismo | CETT

Las ciudades han sido siempre escenario de intercambios: de bienes, de mercancías, de servicios... pero también de puntos de vista y de experiencias. Las ciudades son, sin duda, un espacio de encuentro tanto para sus ciudadanos como para quienes las visitan. Además, desde mediados de los años noventa del siglo pasado, algunas ciudades han manifestado de manera clara que las calles, el patrimonio y los espacios son, también, agentes educadores. Esto es así porque en cada acto que la ciudad hace como conjunto está emitiendo valores y se está posicionando, como también lo hacen sus ciudadanos.

Tomar la ciudad como ente educador es la idea estructural de la Carta de Ciudades Educadoras que fundamenta la Red Estatal de Ciudades Educadoras. Esta red, formada por ciudades de todo el estado español, trabaja de manera conjunta y colaborativa para hacer frente a los actuales retos de las ciudades. De este modo, las Ciudades Educadoras, entienden y conciben la ciudad como un espacio de aprendizaje que, como tal, debe ser abierto y accesible no sólo para todo el que reside en ella, sino también a quien la visita.

Por otro lado, las ciudades son, además, el testimonio del paso del tiempo, el legado de los antepasados ​​comunes que la convirtieron en la realidad que vemos hoy. Por tanto, las ciudades pueden explicar muchas cosas a través del patrimonio, sea tangible o intangible. Es precisamente el patrimonio que, en ciudades como Barcelona, ​​se erige como motivación principal de los turistas para visitar la ciudad.

"El patrimonio puede convertirse en un elemento mediador entre residentes y visitantes" 

Teniendo en cuenta que el patrimonio es una motivación de viaje y, al mismo tiempo, un lenguaje que todo el mundo conoce -todas las ciudades de todo el mundo, con mayor o menor cantidad, disponen de patrimonio- este puede convertirse en un elemento mediador entre residentes y visitantes. Dada esta circunstancia, en un momento en el que la convivencia entre unos y otros está siendo cuestionada, ¿por qué no aprovechamos este elemento común para encontrar maneras de interrelacionarnos? ¿Por qué no hacemos uso del patrimonio para que los visitantes comprendan y aprendan de forma más clara la ciudad que visitan? ¿No sería esta la base de un turismo más responsable?

En este sentido, durante los últimos cuatro años (2016-2020), la red de trabajo "Ciudad Educadora y Turismo Responsable. El patrimonio como valor identitario de una ciudad" ha reflexionado en torno al turismo responsable y la convivencia en las ciudades. En esta línea, se ha esbozado la articulación de propuestas socioeducativas basadas en el patrimonio de la ciudad, que permitan el contacto directo entre residentes y visitantes. Asimismo, estas propuestas pueden ser, además, una oportunidad para poner en valor y visibilizar el patrimonio intangible de las ciudades y recuperar, de nuevo, el más puro sentido de ágora en las ciudades.

El grupo de investigación TURCiT ha participado de forma activa como asesor académico en este proyecto, que ha sido coliderado por el IMEB, el Departamento de Turismo del Ajuntament de Barcelona y el Ajuntament de Girona. Este año, se cerrará el proyecto y se presentarán las conclusiones en Sevilla con el XIV Encuentro de Ciudades Educadoras.

Marta Conill Tetuà, investigadora del TURCiT (Grupo de Investigación Turismo, Cultura y Territorio) del CETT-UB y editora de Tourism & Heritage Journal