Iván Guil, Director Fundador de Clothink Wear: “Me decidí por el ciclo del CETT, ya que buscaba no solo reciclarme, sino complementar mis estudios.”

02.12.2022
 
Iván Guil, Director Fundador de Clothink Wear: “Me decidí por el ciclo del CETT, ya que buscaba no solo reciclarme, sino complementar mis estudios.”

Iván Guil nació en Barcelona hace 32 años. Tras diez años trabajando como cocinero y profesor de cocina, decidió emprender creando su marca de uniformes para la hostelería hechos 100% en España, Clothink Wear.


Estudiar Técnico Superior en Dirección de Cocina

¿Por qué decidiste estudiar el Técnico Superior en Dirección de Cocina?

Quería homologar los estudios anteriores de cocina que realicé en escuela privada y obtener un título oficial para poder ejercer la docencia en cualquier escuela en un futuro, que era mi objetivo a corto plazo para ese entonces porque enseñar a personas que quieren aprender es una sensación indescriptiblemente bonita. Tras comparar y visitar muchas otras escuelas, CETT y BCC eran las mejores cartas que podía jugar. Finalmente, me decidí por el TSDC del CETT, ya que buscaba no solo reciclarme, sino complementar los estudios que ya había cursado junto con la visión de la experiencia profesional que adquirí durante esos 10 años.

¿Nos podrías explicar cómo ha evolucionado tu carrera profesional?

Al igual que muchas otras profesiones, el mundo de la gastronomía es casi puramente vocacional, ya que, hagas lo que hagas o pase lo que pase, te sigue llamando siempre a sus filas. Son impulsos que nos “obligan” a satisfacer ese gusanillo de saber más, de hacer más y explorar nuevos campos, aprender, de dar de comer a la curiosidad y rienda suelta a la creatividad y al arte de cada uno, de la persona que te hace ser y el cómo una profesión puede cambiarte la vida, y eso fue exactamente lo que me pasó a mí. Magia sin trucos.

Explícanos más detalles de tu trayectoria.

Nada nuevo en esta historia, pero acabando la ESO, quería salir del colegio y dedicarme a estudiar y trabajar en cocina porque era lo único que me motivaba, y porque tenía ganas de independizarme y ganar mi dinerito para hacer mi vida. Por suerte, mis padres, las figuras más importantes de mi vida que siempre me han apoyado y guiado de la mejor manera posible, me convencieron/obligaron a hacer bachillerato y las PAU al igual que a trabajar unos meses en una cocina profesional antes de estudiar para ver si se me quitaban las ganas de lo de la cocina y estudiaba “algo de provecho” que se decía entonces no hace tanto tiempo… Me salió el tiro mejor imposible y empecé prácticas (sin haber tocado una sartén prácticamente en mi vida) en Lluerna Restaurant con Víctor Quintillá y Mar Gómez, donde mi pasión y ganas de aprender no hizo más que empezar. Eso y que era un poco masoca porque no había pisado una cocina en mi vida y me metía en la cocina de Víctor que había trabajado, entre otros, en el Bulli con Ferrán Adrià. Desde aquí lo bendigo. Menudo muerto le cayó encima al pobre, además todo cabe decir no era yo el joven más disciplinado ni bueno del mundo, vaya… Pues ahí me quedé durante dos años, en modo esponja, compaginando finalmente mis estudios en Hofmann con el trabajo en Lluerna, cosa que me hizo crecer profesionalmente y madurar como persona muy rápido. Quizá diga esto más de una vez pero una de las etapas más bonitas de mi vida.

¿Y una vez finalizados los estudios?

Una vez finalizados los estudios fui a hacer Stage 6 meses al Celler de Can Roca, que se acabaron convirtiendo en casi 3 años con el cariño y el TODO que te da la familia ROCA y ese equipazo con el que tuve la grandísima suerte de coincidir y trabajar, y con el que todavía guardamos una relación irrompible entre muchos de nosotros. Otra etapa mágica en la que pasé por todas las partidas, trabajé en cocina en todos los eventos que pude con ellos para ganar algo de dinero extra y durante los veranos me fichaban para el restaurante Pop-up que hacían en los jardines botánicos de Cap Roig como jefe de partida de pescados. (Y porque todavía no tenían Roca Recicla, Rocambolesc, Casa Cacao y todo el grupo porque sino…) Una de las etapas con más magia de mi vida.

¿Alguna experiencia más?

Tras recorrer todo el ecosistema Roca, tenía ganas de ver nuevos lugares, de trabajar en otras ciudades y conocer otros modelos de negocios y otras cocinas. Entre ellas a destacar: Restaurante Guggenheim de Martinez Alija en Bilbao, el catering Paradís, la cocina de Martín Berasategui liderada por el Chef Iván Sáez en el Lágrimas Negras de Madrid, y finalmente dando cursos monográficos para escuelas privadas mientras compaginaba el TSDC en el CETT para homologar titulación y poder ser profe. Una vez acabado me fui a México a trabajar como chef privado internacional impartiendo capacitaciones para proveedores, productores e intermediarios impulsados por el gobierno de MX, fue allí donde el destino hizo su llamada.


Fundar tu propia empresa

Actualmente, tienes tu propio negocio: Clothink Wear. ¿Puedes explicarnos un poco como surge esta idea y como te ayudó tu formación a especializarte en este ámbito?

La idea de Clothink surgió a raíz de un viaje a México en el que fui contratado, a través de unos cursos que estaba impartiendo como profesor, para trabajar como chef internacional ayudando a productores a promover productos autóctonos y dando a conocer a personalidades del gobierno de México y gobernadores de ciudades como Isla Mujeres, Felipe Carrillo Puerto y Cancún, de sus posibilidades gastronómicas, de su potencial de mejora de procesos y trazabilidad a productos como la miel de abeja Melipona, el erizo y el pepino de mar entre otros.

Para este viaje surgió la idea con un diseñador amigo desde la infancia, actual diseñador de Adidas en Alemania, de diseñar un uniforme puramente funcional con componentes técnicos desde la visión de un cocinero y sus necesidades con la experiencia del trabajo de un diseñador de ropa técnico-deportiva. Una colaboración en la que unificamos lo mejor de ambos mundos. Fue casi instantáneo el cariño y la expectación que recibimos por parte de compañeros del sector, que aquella chaquetilla se convirtió en el primer modelo con el que me lancé a la aventura de emprender a finales de 2018, la chaquetilla Brisa bajo el claim: Uniformes hechos por cocineros para cocineros.

Tras el primer año y todos los retos que nadie te enseña hasta que te enfrentas con la realidad de crear una marca, introducirte en el mercado, hacer cartera de clientes, tratar de ser rentable… encontramos nuestro lugar no solamente en la ropa técnica de cocina para su mejor desarrollo funcional, sino en la tecnología textil que en nuestros uniformes y todo lo que está por venir en el futuro para la sostenibilidad, circularidad y funcionalidad de la ropa en general (cosa en la que estamos muy familiarizados los cocineros, ya que llevamos preocupándonos por estos conceptos desde hace mucho tiempo). Y luego vino el COVID… y el tiempo para pensar y replantear muchas cosas. Entre ellas lo necesario que era juntar el idioma que hablaba, el mundo del diseño y la moda, con el mundo de la restauración y los negocios de hostelería, generando una sinergia y una colaboración entre ellos. Por eso Clothink significa literalmente Cloth (ropa) think (pensar), ropa pensada para negocios y personas de las que entendemos sus necesidades, su trabajo del día a día dentro y fuera del negocio. Entendemos el idioma que habla la cocina, la sala, el restaurante, la escuela o el hotel y estamos aquí para que ese idioma y esas necesidades de un mundo (HORECA) hablen el idioma del otro (MODA) y viceversa. Es por eso que nos gusta decir que somos el futuro de los uniformes para hostelería, porque quien mejor que uno mismo se haría su ropa de trabajo con todos los conocimientos y la experiencia de ingenieros textiles y diseñadores de ropa técnicos. La respuesta es Clothink.

Unificando estas dos lenguas, la industria de la moda y de la alimentación comparten el mismo reto, siendo de las más contaminantes en la actualidad. Desarrollar productos textiles novedosos de menor impacto, siendo conscientes protagonistas del ecosistema que estamos construyendo entre todos, es nuestro punto de partida y lo que nos diferencia radicalmente de la oferta actual de “moda rápida”. Nuestros uniformes son de materiales circulares: 100% de plástico reciclados y 100% reciclables, y se fabrican desde el hilo íntegramente en España.

Aprovechando esta entrevista y la oportunidad que esto supone de darnos a conocer a los antiguos alumnos del CETT, os invitamos a dar un vistazo a nuestra página web donde conocer mejor nuestros uniformes con tecnología y lo que trabajamos por hacer de Clothink Wear el mejor futuro de los uniformes. Además, queremos ofrecer un regalo aprovechando estas fechas para animar a quien quiera probar nuestros uniformes del 10% de valor en todas las compras con el código CETT10.

¿Qué consejo darías a todos los estudiantes que se plantean emprender un proyecto?

No hay un “mejor consejo” que pueda darles a aquellos que se estén planteando emprender en un proyecto, porque seguimos en la lucha por ser rentables y sobrevivir como negocio y no me considero ejemplo de nada, pero si considero que el talento y la ilusión no son suficientes para tener éxito como emprendedor. Si bien es cierto que el autosacrificio, la disciplina y la organización que te obliga a adquirir el trabajo en hostelería para tu vida en general, te hacen estar más “preparado” para afrontar los diferentes retos que se plantean, hay tantas cosas a tener en cuenta… conocer bien el sector en el que te quieres introducir, hacer un piloto de mercado para saber si realmente en la práctica tu modelo de negocio o producto es realmente atractivo y cubre una necesidad real dentro de tu nicho objetivo, hay que rodearse de personas que tengan BUENA experiencia en el mundo de los negocios para que puedan aconsejarte bien, hay que aprender de gestión empresarial, de marketing, de venta comercial, del trato con proveedores, y de tantas otras cosas que forman parte del día a día del emprendimiento… pero sobre todo aquello que destacaría es que hay que ser honesto en aquello que hagas. Debes ser tú mismo ya que tu negocio va a ser una “extensión” de ti mismo o de las personas que formen parte de él. Tu negocio va a tener una personalidad que, si no es de verdad, se va a notar y creo que eso es algo que transmite mucho hoy en día. PD: si no estás en el mundo digital, vas tarde.

¿Cómo te ves dentro de 5 años? ¿Qué planes tienes?

De aquí a 5 años los objetivos actuales a medio plazo son haber escalado el negocio teniendo establecido un canal de distribución, habiendo consolidado la marca dentro del sector como referente de calidad e innovación, investigando y aplicando nuevas tecnologías funcionales para el sector HORECA. El mundo del emprendimiento y la gastronomía es tan extenso que solamente veo potencial en el horizonte, y gracias a la era digital se van a hacer cosas cada vez más interesantes a todos los niveles, en nuestro caso bajo la premisa y la norma de los cimientos éticos y sostenibles. Esta es la respuesta oficial, aunque en mi cabeza hay ideas relativamente tangibles que una vez podamos tener esa independencia para desarrollar toda esa creatividad, haremos cosas muy chulas uniendo aún más si cabe el mundo gastro con el textil. Y hasta aquí puedo leer.

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