Sílvia Culell: "Si quieres ser sommelier, empieza con la formación; disfrutarás mientras aprendes"

Silvia Culell tiene cuarenta y cinco años y es de Berga. Desde hace unos años, combina el periodismo y la sumillería dedicándose a escribir artículos de vinos y bebidas y también compartiendo el vino con las personas a quienes les gusta sea a través de catas sea en los establecimientos que dirige en la plaza de la Patum: el restaurante La Barana y la pizzería Vidalba. Además de haber estudiado el Diploma Superior de Sommelier, su relación con el CETT continúa gracias a la colaboración con la DO Cava por la que ejerce de formadora y por colaboraciones como la clase práctica de clausura del curso de sumilleres.

Formación para sommeliers

¿Qué la motivó a hacerse sommelier?

Sin lugar a dudas, la pasión por el vino y todo lo que le rodea: historia, cultura, patrimonio, territorio... El vino es vida en todos los sentidos y la profesión que más sabe de todo esto es la de sumiller.

¿Qué características hacen un buen sommelier?

Saber escuchar y sobre todo interpretar lo que el cliente/consumidor quiere en cada momento. Por mucho que sepa de vino, si no sabe escuchar y comunicar, no le servirá de casi nada...

¿Cuál es la importancia de la formación para un sommelier?

Mucha y toda. El mundo del vino está en constante movimiento. Es un elemento vivo y, por tanto, el sommelier debe estar atento a las novedades, pero no únicamente eso. La formación en torno al vino es 360°. Hay que saber "de todo un poco" para garantizar la mejor experiencia en el receptor.

¿Cómo se recicla profesionalmente un sommelier?

Pues una vez más estando atento, participando en jornadas, ferias, muestras... Visitando bodegas -conocer a los verdaderos actores del vino es primordial-, haciendo cursos, leyendo libros... Todo es válido siempre que exista la garantía de que la fuente es la buena. Y en este sentido, las escuelas de formación, como el CETT, dan mucha tranquilidad.

¿Cuáles son las claves para un buen maridaje?

¿Y esto debo contestarlo en cuántas líneas? (ríe) La verdad es que lo más importante es poder probarlo, pero sabemos que muchas veces esto es difícil. Por tanto, lo que le diría como clave básica es conocer muy bien el producto, tanto la bebida como el plato, sus características para poder jugar con todas las cartas. Es evidente, sin embargo, que esto no es suficiente para hacer un maridaje mágico. Mi consejo es recurrir siempre a la formación y aprender de los mejores, y en este caso lo tenemos cerca: el amigo y maestro Ferran Centelles en su libro ¿Qué vino con este pato?, además de hacer un repaso a los grandes de la historia de los maridajes, da también algunas claves para conseguirlo.

Para los que no somos profesionales, ¿qué consejos nos daría para acertar en un maridaje?

Fijarse en la intensidad del plato y del vino que debe acompañarlo y equilibrarlo. Como siempre y como casi en todo, si buscas el equilibrio seguro que aciertas.

¿Cómo está la presencia de la mujer en el mundo del sommelier?

Afortunadamente, cada vez mejor, tanto por presencia como por cantidad, pero eso no significa que tengamos que relajarnos a la hora de reivindicarlo.

¿Qué le diría a alguien que quiere ser sommelier, pero todavía no se ha decidido a dar el paso?

Que lo pruebe y lo haga empezando con la formación. El conocimiento nunca molesta y, si te planteas ser sommelier, es que ya te has apasionado por el mundo del vino y, por tanto, acabe siendo o no tu profesión disfrutarás aprendiendo. Por otro lado, ser sommelier no significa tener que acabar trabajando en una tienda o restaurante. Es una profesión con múltiples salidas y muchas posibilidades de acabarlo pasando muy bien mientras trabajas.

El CETT-UB ofrece formaciones y cursos de sommelieria:

Cursos de Iniciación a la Sommelieria: de forma semipresencial, podrás obtener nuevos conocimientos en cultura vinícola nacional, enología, especialmente en la cata; los tipos de vinos, el maridaje y los servicios.

Diploma Superior de Sommelier: en dos cursos, conseguirás nuevas habilidades y dominarás el mundo del vino, el análisis sensorial, con especial énfasis en la cata organoléptica de todo tipo de vinos; el maridaje, la elaboración de la carta y el servicio del vino.