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"Ciencias Culinarias y Gastronómicas es una formación 360° del mundo de la gastronomía"

25.04.2022
 
"Ciencias Culinarias y Gastronómicas es una formación 360° del mundo de la gastronomía"

Júlia Solsona Rocabert tiene 24 años y nació en Barcelona. Siempre ha tenido interés en la cocina y el arte. Estudió el bachillerato artístico en la Escola Massana y, posteriormente, el grado universitario de Ciencias Culinarias y Gastronómicas en el CETT. Cuando terminó los estudios universitarios, participó en diferentes procesos de selección, entre ellos el Talent Track Program en Europastry. Actualmente, trabaja como I+D Bread Technician en el centro de innovación de Europastry en Sant Joan Despí. Prepara, expone y explica los productos de la compañía a actuales y futuros clientes. Asimismo, elabora y presenta posibles aplicaciones culinarias de estos productos para darles más versatilidad y facilidades a sus clientes. Recientemente, ha visitado el CETT para explica su experiencia a alumnos del grado.


Estudiar cocina y gastronomía

¿Por qué estudiaste el Grado de Ciencias Culinarias y Gastronómicas en el CETT?

Cuando terminé el bachillerato artístico, tenía claro que quería dedicarme al mundo de la gastronomía. Buscaba unos estudios que me permitieran acceder a trabajos con el máximo nivel de calificación en este ámbito profesional. El grado me ofrecía una parte culinaria importante, pero también daba la posibilidad de formarme en gestión de la restauración, historia gastronómica, estrategias de marketing y comunicación, proceso creativo, gestión de equipos, etc. Esta formación de 360° del mundo de la gastronomía me hizo decantar por el Grado de Ciencias Culinarias y Gastronómicas, ya que no estaba enfocado únicamente al mundo culinario, sino que me abría más puertas a nivel laboral en el mundo gastronómico.

¿Por qué mención del grado te decantaste y por qué?

Comparando las asignaturas de ambas menciones, me gustaron más las de Dirección de Alta Cocina e Innovación Gastronómica. Por eso escogí esta mención. Valoré que tenían un sentido más práctico y que estaban más enfocadas al mundo profesional. En ese momento, lo sentí así, aunque actualmente estoy trabajando en industria alimentaria. Al final, todos nos graduamos con el mismo título y escoger una u otra mención no nos cierra puertas en nuestro futuro profesional.

¿Qué te ha aportado esta mención en lo que se refiere a conocimientos?

Esta mención me aportó especialización en técnicas culinarias de vanguardia para dar valor y diferenciación a las ofertas gastronómicas. Me ayudó a desarrollar la creatividad y la innovación frente a retos que se planteaban en clase. Juegas con las interacciones de los alimentos y experimentas nuevas texturas y combinaciones de sabores. También me permitió adquirir la visión económica y financiera que implica una empresa de restauración.


Trabajar en el sector gastronómico

¿Qué puertas te ha abierto?

Esta formación te abre un amplio abanico de posibilidades para acceder a puestos de trabajo vinculados a la alta cocina y la industria alimentaria. Es una formación global y amplia que permite ocupar distintos puestos de trabajo en diferentes ámbitos. Ésta es la gran ventaja: según lo que a ti te guste, podrás elegir hacia dónde te quieres dirigir. Éste es un punto muy valioso y que nos da muchas oportunidades a la hora de escoger un puesto de trabajo. Creo que muchas posiciones actuales están buscando nuestro tipo de perfil y somos nosotros mismos los encargados de darnos a conocer y demostrar que salimos muy bien calificados. Incluso diría que a partir de nuestro grado se podrían crear nuevas posiciones laborales específicas que, por ahora, todavía no se han definido.

¿Pudiste optar a unas prácticas ajustadas a la mención?

Por supuesto. De hecho, las últimas prácticas realizadas se plantearon como la opción de ir a Madrid para una estancia durante un mes, colaborando en la realización del Pop Up organizado por el restaurante Mirazur. Fue una experiencia muy enriquecedora tanto a nivel personal como profesional. Por un lado, irte fuera durante un período de tiempo compartiendo el día a día con compañeros de tu mismo grado y compañeros del ciclo de sala siempre te ayuda a evolucionar. Por otro lado, estuve en la partida de los postres donde disfruté y aprendí mucho. Recuerdo que ese mismo año Mirazur fue nombrado el mejor restaurante del mundo. ¡Esto implicaba para mí un gran reconocimiento curricular y lo decía en cada entrevista de trabajo que hacía!

¿Qué consejos le darías a alguien que quiera estudiar el Grado de Ciencias Culinarias y Gastronómicas?

Le diría que aprovechara muchísimo las prácticas para probar distintas cosas y ver qué le gusta y qué no. ¡A veces tan útil es saber lo que te gusta como lo que no te gusta! Con cada práctica que haces, aprendes cosas nuevas y visualizas el camino que quieres seguir, lo que te gusta, lo que no, lo que te va mejor... También le diría que aproveche el nombre que tiene el CETT para llevarse el máximo de contactos posibles. Y sobre todo, ¡que disfrute al máximo la vida universitaria, que después cuando empiezas a trabajar la echará de menos!

¿Cómo ves tu futuro laboral?

Soy una persona bastante dinámica y que no me gusta nada sentir que estoy haciendo una rutina diaria. Por suerte, ahora estoy en una posición absolutamente dinámica: en un segundo pueden cambiarte todo lo que tenías previsto y ya me gusta. Tengo claro que no quiero estancarme, que quiero seguir creciendo. Cuando me aburra o tenga una rutina, necesitaré cambiar de posición. No cierro puertas a nada. Por el momento, estoy contenta con mi trayectoria y donde estoy, pero eso no quiere decir que ya me quede parada, todo lo contrario. El día a día me sirve para definir lo que quiero y marcarme mis propios hitos profesionales día a día, paso a paso...

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Júlia Solsona ha explicado la mención que estudió a alumnos del CETT