Grado en Diseño para los Sistemas Alimentarios | CETT y Elisava formamos profesionales con una visión global y sostenible del food design

Hablamos con Vinyet Capdet, coordinadora del nuevo grado entre el CETT y Elisava, y Mariana Eidler, jefa de estudios, sobre la formación, el perfil estudiantil y las posibles salidas profesionales.
El Grado en Diseño para los Sistemas Alimentarios, impartido entre el CETT y Elisava, forma diseñadores y diseñadoras con un perfil transdisciplinario en la intersección entre el diseño y la alimentación. Así, prepara profesionales con capacidad de actuar con pensamiento crítico desde el food design y la sostenibilidad, del sector primario hasta el producto o servicio final.
El grado, pionero en España, es el único que proporciona competencias creativas, sistémicas y técnicas a través del diseño en los sistemas alimentarios, ideando servicios, productos y experiencias. De esta manera, responde a la necesidad de la industria alimentaria de disponer de perfiles profesionales que integren conocimientos propios del diseño, la gastronomía, la alimentación y la sostenibilidad.
Algunas de sus primeras actividades incluyen colaboraciones, mesas redondas, desafíos y workshops. Hablamos con Vinyet Capdet, coordinadora del Grado y directora del Grado en Ciencias Culinarias y Gastronómicas CETT-UB, y Mariana Eidler, jefa de estudios, para conocer la formación en detalle.

- ¿Por qué el CETT y Elisava apuestan por un Grado en Diseño para los Sistemas Alimentarios?
Mariana Eidler: En el ámbito del diseño hay especial interés por la alimentación y actualmente nos encontramos ante una necesidad social. Muchas de las enfermedades leves se podrían evitar con una buena alimentación y, por lo tanto, las políticas apuestan por modificar los sistemas alimentarios en pro de una alimentación bella y sana, organolépticamente potente. La respuesta solo puede darse desde el diseño con conocimiento de ciencias culinarias y la unión de Elisava y el CETT es indispensable para formar profesionales con esta capacidad.
Vinyet Capdet: El food design supone una nueva oportunidad para liderar vanguardia hacia prácticas alimentarias respetuosas con el planeta, y la suma entre CETT y Elisava, dos centros especializados respectivamente en diseño y gastronomía, es una colaboración estratégica que da un perfil profesional de salida potente y emergente.
- ¿Qué valor añadido aporta esta formación al sector y qué la diferencia de otras en la materia?
VC: El grado prepara al alumnado en fundamentos tanto de diseño como de alimentación en el ámbito del diseño con una mirada transversal y transdisciplinaria. Con esta visión sistémica, permite comprender la interconexión entre los diferentes elementos, facilitando una toma de decisiones más estratégica y eficiente e integrando los diferentes aspectos para ofrecer soluciones globales y adaptadas.
Además, es la única formación en España de food design en modalidad de grado. Existen especializaciones, pero ninguna formación que prepare al alumnado de forma integral durante cuatro años. De hecho, es el único en el mundo en el que colaboran dos universidades uniendo los dos campos de conocimiento.
ME: Aporta un valor de doble grado. Por un lado, el alumnado puede aplicar la creatividad en sus proyectos y, sobre todo, innovación para buscar soluciones concretas a problemas reales de los sistemas alimentarios. El 80% de los productos que salen al mercado son retirados en el primer mes de vida, generando un gran gasto en el sector alimentario. Por lo tanto, hay mucho margen de mejora. En este sentido, el alumnado podrá entender cómo diseñar mejor los productos estudiando los potenciales usuarios y los flujos de consumo.
- ¿Qué competencias específicas aporta a los profesionales?
El alumnado entrará al mundo laboral preparado para aportar soluciones en las diferentes etapas de los sistemas alimentarios, ideando servicios, productos y experiencias. Su perfil profesional combinará la creatividad, la tecnología y la sostenibilidad, aplicando los procesos de diseño a la producción, procesamiento, distribución, consumo y gestión de residuos alimentarios.
Además, partiendo de la sostenibilidad y la agroecología, podrá detectar situaciones de carácter social y ético para desarrollar proyectos aplicados al sistema alimentario e interpretar la relación entre diseño, tecnología y alimentación. Todo con una perspectiva de futuro que se relaciona estrechamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la hoja de ruta de la Unión Europea.
- ¿Cómo incorpora la innovación y la sostenibilidad a lo largo del programa y el plan de estudios?
Desde el principio hasta el final, ambas son imprescindibles. La sostenibilidad se aborda de manera transversal en el programa y está presente desde su conceptualización, tanto aplicada al diseño en el ámbito culinario como en la gestión de los sistemas alimentarios. De la misma manera, entendemos la innovación como algo que se crea con un valor sistémico, como más extensible sea más innovación hay.
La formación pone el foco en prácticas alimentarias respetuosas con el planeta, desde el momento de la ideación de un producto hasta su distribución final. Por lo tanto, enseña a integrar la sostenibilidad a los procesos de diseño. El plan de estudios la aplica a todas las asignaturas, y en algunas específicas relativas a la economía circular, el derroche alimentario y el consumo consciente y responsable. En definitiva, el alumnado no solo aprende a diseñar, sino a considerar el impacto ambiental y social de los productos y su producción.
- ¿Cómo es el perfil estudiantil ideal para este Grado?
VC: Deben ser personas interesadas en el diseño y la alimentación, especialmente en el diseño alimentario. A nivel personal, deben tener ciertas inquietudes sociales y ambientales que les impulsen a querer hacer cambios positivos, y por eso, es fundamental tener una mentalidad creativa y una sensibilidad hacia el producto, el bienestar, la salud y los desafíos sociales y éticos.
ME: Una persona que entienda que la comida sale de la naturaleza, pero también está diseñada. Interesada en la manera en la que comemos desde una perspectiva holística, que le guste mucho la cocina y quiera aplicar estos conocimientos a la industria desde la perspectiva del diseño. El acceso al grado puede ser desde diversas disciplinas e incluso como forma de reciclarse para especializarse.
- ¿Qué oportunidades y salidas laborales puede esperar el alumnado?
Las principales salidas profesionales pasan por la industria alimentaria, sobre todo en equipos de marketing e I+D. Diseño de experiencias gastronómicas y empaquetado alimentario, desarrollo de nuevos productos alimentarios y funciones relativas a la innovación alimentaria, tanto en laboratorios o empresas del sector como en proyectos relacionados con el enfoque social.
- ¿Cuál es el mayor reto actual de los sistemas alimentarios y cómo esta formación prepara al alumnado para hacerle frente?
El mayor reto actual de los sistemas alimentarios es su rediseño. Es un sistema anacrónico que deteriora nuestra salud. Es necesario hacerlos más sostenibles, de proximidad, resilientes y saludables ante el crecimiento poblacional, el cambio climático y el derroche de alimentos. En este sentido, el grado forma profesionales con una visión global y sostenible para hacerle frente con conocimiento, competencias creativas y técnicas.
El Estado español acaba de hacer la Estrategia Nacional de Alimentación, en la que hemos colaborado. Las políticas comienzan a ver la alimentación como un tema a tratar y para hacerlo son necesarios especialistas en food design.
Si te interesa crear un futuro más justo y respetuoso a través de la alimentación, ¡este grado es para ti!