Neurodiseño e inteligencia artificial para transformar la experiencia turística: el proyecto Neuroturístic repiensa el hospitality

27.06.25
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El profesor Álvaro Arrieta expone delante de la sala.

El proyecto Neuroturístic incorpora mejoras reales en el diseño de espacios que impactan directamente en el bienestar y la satisfacción de las personas alojadas. 

El proyecto Neuroturístic, impulsado por el Hotel Alimara, el hotel universitario del CETT, Barcelona School of Tourism, Hospitality and Gastronomy, y el Clúster AMBIT, junto con los partners Chök, Goli Neuromarketing y el Centro Tecnológico Eurecat, concluye su fase de cocreación en el Hotel Alimara con mejoras reales en el diseño de espacios que inciden directamente en el bienestar y la satisfacción de los huéspedes. 

¿Sabías que el 70 % de las personas que viajan afirman que el ambiente del espacio influye en su decisión de volver o recomendar una experiencia? Con el objetivo de repensar el espacio desde la evidencia científica y el bienestar de las personas, el proyecto Neuroturístic ha aplicado técnicas de neurodiseño, inteligencia artificial y monitorización ambiental en diferentes zonas clave del Hotel Alimara. 

Como modelo de hotel universitario, el Hotel Alimara cuenta con el Alimara Hospitality Living Lab, un espacio de experimentación en un entorno ideal para el ecosistema de innovación en hotelería y restauración donde llevar a cabo ideas y soluciones. En el marco de esta plataforma colaborativa, se desarrollan acciones como el proyecto europeo Neuroturístic, que se posiciona como un referente en la aplicación del diseño basado en datos en el sector hospitality

Resultados clave en el restaurante La Ronda

Uno de los casos de estudio más destacados ha sido el del restaurante La Ronda, donde se detectó —mediante neurotecnologías y análisis de emociones— que la disposición del bufé generaba una sensación de desorden o desagrado, a pesar de la buena calidad del producto. Como respuesta, se rediseñó completamente el espacio: 

  • Nueva distribución del bufé con productos concentrados en una única zona. 

  • Mejora del recorrido natural de los huéspedes, evitando repeticiones visuales y facilitando la orientación. 

  • Cambios en la presentación, con distintas alturas y nueva disposición de zumos y cafés. 

Las mejoras han dado como resultado una experiencia más fluida y satisfactoria, con un aumento en el tiempo de permanencia, una mejor percepción del espacio y la desaparición de emociones negativas. Así, se confirma que el problema no estaba en la gastronomía, sino en el diseño del espacio. 

La evidencia como motor de diseño

Durante la fase de investigación se aplicaron metodologías de triangulación empírica, combinando datos subjetivos —como talleres fenomenológicos con el equipo y las personas usuarias— y mediciones objetivas con tecnología wearable (pulseras, sensores, realidad extendida). Esto permitió identificar patrones de comportamiento, emociones predominantes y puntos críticos a mejorar. 

También se analizaron indicadores ambientales como la calidad del aire, la temperatura, la iluminación o la acústica. Según los datos, mejorar estos parámetros puede aumentar la productividad (+78 %), reducir el absentismo (-40 %) y elevar la satisfacción (+60 %). 

Una nueva manera de concebir el hospitality

Las conclusiones del proyecto demuestran que el bienestar ya no es un extra, sino un nuevo estándar en el diseño de experiencias turísticas. Con esta iniciativa, el CETT-UB refuerza su liderazgo en innovación aplicada al sector turístico y el Hotel Alimara se consolida como un laboratorio vivo, donde el diseño, la neurociencia y la tecnología se ponen al servicio de las personas. 

El proyecto cuenta con la financiación del Ministerio de Industria y Turismo a través de las ayudas para proyectos de digitalización de última milla en empresas del sector turístico, LÍNEA 2

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